Códigos QR: Una tendencia en alza

Posiblemente los hayas visto más que nunca en las últimas semanas. Sí, son esos recuadros llenos de cuadraditos blancos y negros a modo de código de barras que te ofrecen todo tipo de información con sólo pasar sobre ellos un Smartphone o tableta. Son los códigos QR. Tan en alza están, que los puedes encontrar en los usos más insospechados…

Hace algunos meses ya te hablamos de ellos en este blog, de sus características y las diferencias existentes los códigos QR y los Bidi. Pero con el paso del tiempo estos códigos, sobre todo los primeros, han incrementado su presencia en nuestras vidas tanto como han proliferado los Smartphones y tabletas a nuestro alrededor. Incluso existen estudios que demuestran que la utilización de estos códigos ha experimentado un incremento de 157% en 2012 con respecto al mismo periodo del año pasado.

Ahora te parece que los códigos QR están ‘hasta en la sopa’, ¿verdad? ¿Y a qué es debido esto?, te estarás preguntando. Podemos enumerarte algunas siguientes razones:

• La proliferación de Smarthones y tabletas. Quien más, quien menos tiene uno de estos dispositivos o lo lleva encima a menudo, y gracias a una serie de aplicaciones, casi siempre gratuitas, puede conocer todos los detalles de un determinado producto con tan sólo pasar su dispositivo de un código concreto.
• La masiva utilización de este tipo de códigos: no hay empresa, tienda o centro comercial que nos los use para llamar la atención de clientes como tú, que es uno de sus principales objetivos, en definitiva.
• Su protagonismo en cualquier tipo de campaña. El código QR es un elemento nuevo, fresco, que te permite interactuar directamente con la compañía que quiere ofrecerte un determinado producto. Así, tú eliges si te interesa o no y aquella cuenta con más argumentos para conocer detalles como el gusto por determinado artículo, qué público lo compra, sus edades o dónde lo adquieren.

Tanta ha sido la proliferación de estos códigos, que los puedes encontrar en cualquier producto, por extraño que te pueda parecer: desde lápidas que incluyen toda la información del fallecido hasta supermercados que no exponen sus productos en las estanterías, sino sus fotos con códigos que informan del precio, disponibilidad, fechas de caducidad, etc.

Una tendencia la de los códigos QR que posiblemente no haya hecho más que despegar, y cuyo límite posiblemente nadie sea capaz de adivinar en este momento.