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Cómo medir la resistencia de una impresora portátil

Las impresoras son dispositivos cada vez más adaptados a las necesidades del consumidor. Las posibilidades son cada vez más amplias tanto en términos de funcionalidades y rapidez de procesamiento, como con relación al diseño, peso y tamaño de los aparatos. Concretamente, las impresoras portátiles han ganado mucho éxito en los últimos años debido a la constante movilidad, tanto en el ámbito personal como laboral de muchos sectores industriales.

En sectores como el del retail, logístico, o incluso en las fuerzas de seguridad, entre otros muchos, la portabilidad es una variable fundamental para la realización de sus tareas. Además, en muchas de estas industrias, estos dispositivos deben adaptarse al modo de trabajo, estando en ocasiones ancladas a carretillas, camiones de reparto u otros vehículos necesarios para realizar la tarea demandada o incluso colgadas en bandolera. No solo la portabilidad es importante, en sectores como el del transporte, logística y fuerzas de seguridad, la robustez y resistencia de los dispositivos es otra gran necesidad. En muchas ocasiones los dispositivos tienen que estar expuestos a las fuerzas de la naturaleza u otros agentes externos que los pueden deteriorar y reducir su vida útil.

Para tener suficiente información para elegir cuál es la impresora perfecta para cada necesidad, existen varias certificaciones que validan su robustez y resistencia ante diferentes agentes externos.

Impresoras todo terreno con certificación militar

Las condiciones de trabajo de los distintos sectores son muy variables, pero entre los oficios que más demandan dispositivos resistentes a todo tipo de agentes externos están el de las fuerzas de seguridad y el sector logístico. Para estos mercados existen soluciones que cuentan con la certificación MIL-STD-810, cuyo origen reside en el sector militar, ya que se creó para certificar la resistencia del equipamiento que se utilizaba en este ámbito. Pero esta certificación militar ha ido evolucionando con el paso del tiempo, e incluso ha conseguido hacerse hueco en otros ámbitos, como el mercado de los teléfonos Android.

Cuando un producto incluye este distintivo significa que el dispositivo ha pasado con éxito pruebas rigurosas enfocadas a su supervivencia ante condiciones ambientales extremas que podría experimentar a lo largo de su vida útil. Entre otras características, las impresoras con certificación militar son capaces de resistir a temperaturas extremas y a cambios bruscos de las mismas, a vibraciones y bajas presiones. Además, esta certificación garantiza la supervivencia y funcionamiento de un dispositivo ante agentes meteorológicos intensos como lluvias y humedades. 

Certificación IP: un seguro contra el polvo, salpicaduras y humedad

Los entornos en los que trabajan o se almacenan los dispositivos son clave para su correcta conservación. Cada trabajo tiene unas circunstancias y las impresoras que utilizamos para ejercer nuestras labores han de soportar sus condiciones ambientales a largo plazo. La posibilidad de entrada de agua, polvo o la exposición continuada a la humedad son contextos cotidianos en muchos sectores. Para poder certificar la resistencia de un dispositivo ante estos agentes externos existen soluciones como la certificación IP: un patrón creado por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) para evaluar el nivel de protección que tienen los elementos de un aparato o equipo frente a la penetración de elementos como polvo, agua o humedad.

La Certificación identifica a los dispositivos con las letras IP seguido de dos dígitos del 0 al 9. El primer dígito indica el grado de resistencia al polvo y el segundo indica la resistencia a la humedad o al contacto con agua. La certificación más común en este tipo de impresoras portátiles es la IP54, que garantiza una gran protección frente al polvo y humedad, además de estar protegida contra posibles salpicaduras de agua.

Hay modelos de impresoras más compactos y ligeros para determinados sectores – como por ejemplo la industria de retail – con una certificación IP menor, como es el caso de la IP42. No obstante, si se quiere ampliar la protección de este tipo de soluciones, existen accesorios – como fundas – que permiten aumentar su resistencia y alcanzar una certificación IP54.

Es un hecho que la portabilidad ha dejado de comprometer la robustez de los dispositivos, y las profesiones con más demandas en términos de tamaño compacto y resistencia pueden satisfacer ahora sus necesidades gracias a la amplia variedad de soluciones que existe en el mercado; soluciones avanzadas que soportan cualquier situación extrema, tanto en interior como en exterior, como es el caso de nuestras impresoras portátiles de etiquetas RJ-3 o RJ-4 o la gama de impresoras portátiles de documentos PJ.

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