¿Cambiará el COVID los servicios sanitarios para siempre? La tecnología, clave en el futuro de la sanidad
El impacto sin precedentes de la pandemia del COVID-19 ha conllevado a una sobrehumana respuesta por parte de los servicios sanitarios de todo el mundo.
De enfermeras a recepcionistas, de doctores al departamento de TI, todos han trabajado juntos para que el sector sanitario siguiera funcionando frente a la presión sin precedentes a la que se ha visto sometido.
La velocidad a la que se han implantado nuevos protocolos –e incluso la creación de hospitales que antes no existían– es impresionante. Pero, ¿cómo puede avanzar el sector sanitario a partir de ahora?
Hay una necesidad urgente no solo de atraer, formar y retener a más profesionales sanitarios, sino también de asegurar que su tiempo se emplea donde aporte más valor: cuidando de los pacientes.
European Institute of Technology Health
Uno de los mayores impactos del COVID-19 ha sido el cambio en el modelo de relación entre los servicios sanitarios y las personas. Por la seguridad del personal y de los pacientes, muchas clínicas y hospitales han reducido la interacción cara a cara y las salas de espera han sido reemplazadas por citas online o telefónicas. Y dado que esta introducción de los servicios remotos ha aliviado la presión del personal sanitario, tendría sentido tenerlo en cuenta cuando volvamos a la normalidad.
Ciertamente el COVID-19 ha acelerado la transformación digital en el sector sanitario, y muchos que antes eran escépticos sobre la digitalización han visto de primera mano los beneficios que ésta ofrece a los pacientes y a los sanitarios.
Cómo se han transformado las maneras de trabajar
La pandemia del COVID-19 ha provocado la introducción del teletrabajo en el sector sanitario y, en estos casos, trabajar con informes en papel resulta especialmente difícil. Pero el flujo de trabajo ha podido continuar sin interrupciones gracias a soluciones que ya estaban disponibles en el mercado como el escaneado de documentos y la creación de informes digitales.
Los proveedores sanitarios que ya cuenten con sistemas establecidos para manejar datos y documentos estarán mejor situados para adaptarse, como quienes disponen de los informes de los pacientes en sus pantallas y pueden compartir información rápidamente y comentar tratamientos con su equipo a través de videollamadas.
Implantar la digitalización de la información de los pacientes supone perder menos tiempo a causa de procesos burocráticos o de sistemas múltiples y a veces no compatibles, y poder dedicar más al cara a cara con los pacientes. Pero esto es solo la punta del iceberg. Gracias a la tecnología también se pueden mejorar, o incluso eliminar, actividades que actualmente ocupan hasta el 80% del tiempo del personal clínico.1 Así lo confirma el informe de 2020 del Instituto Europeo de la Tecnología y McKinsey, que concluye que la tecnología podría no solo reducir el tiempo dedicado a tareas administrativas, sino también aliviar la falta de personal y acelerar la investigación y el desarrollo de tratamientos que podrían salvar vidas.
La visión del cambio a largo plazo
Durante la pandemia se ha producido, además de una adopción de la tecnología en el corto plazo, algunos cambios a más largo plazo (que ya estaban, de hecho, en marcha) en los procesos sanitarios. Ya en el mismo inicio de la pandemia el 77% de los centros sanitarios de la Unión Europea aseguraba que estaban ‘razonablemente bien preparados’ o ‘muy bien preparados’ para la adopción de tecnologías digitales.2 Y sin duda esta evolución digital se ha acelerado: el 74,7% de los médicos de familia, el 60,2% de los especialistas y el 56,8% del personal de enfermería en la Unión Europea asegura que el Covid-19 ha incrementado la adopción de la tecnología transformando la forma en la que trabajan.2
Durante la pandemia ha quedado claro que el trabajo que han realizado los departamentos de TI para modernizar y reforzar la tecnología sanitaria ha valido la pena. Bajo una increíble presión, la mayoría lo ha manejado de manera brillante, abriendo camino a una mayor colaboración entre diferentes médicos, disciplinas e incluso países. Así lo reconoce el doctor rumano Cristian Bușoi, miembro a su vez del Parlamento Europeo: “estoy seguro de que esta cooperación, este diálogo y esta solidaridad continuarán. Quizá, cuando ya no estemos en crisis, será difícil tener el mismo nivel de involucración de todos los implicados, pero la determinación estará ahí. Todo el mundo ha entendido que podíamos hacer más a nivel europeo.”3
El reto de la pandemia sin duda ha ayudado a acelerar el crecimiento. Los implicados han trabajado rápidamente para garantizar la asistencia de manera remota. Sin embargo, ahora hay que mantener el momentum y garantizar que los beneficios logrados en los sistemas sanitarios permanezcan en el largo plazo y les ayuden a prepararse para el futuro, lo que nos beneficiará a todos.
Jan-Philipp Beck, CEO European Institute of Technology Health
Evitar la exclusión
A pesar de todo esto, es importante recordar que la transformación digital en la sanidad no se refiere solo a datos o procesos, sino que tiene que ver con las personas. Y por eso debemos actuar con cuidado.
Hacer que la oferta de servicios sanitarios sea 100% online puede excluir precisamente a quienes más los necesitan. El acceso digital sigue siendo un problema para los mayores, los más pobres y los sectores menos favorecidos de la sociedad. Según un estudio 80 millones de europeos nunca utilizan internet, ya sea porque no tienen un ordenador o porque es demasiado caro, y el 28,9% carece de habilidades digitales básicas, lo que incrementa el riesgo de exclusión sanitaria.2
Hemos de tener también en cuenta la naturaleza humana. Aunque la asistencia remota puede ser una buena opción para muchos pacientes, puede que otros no se sientan aún cómodos con las consultas a través de videollamada. Especialmente en una era en la que la privacidad y la seguridad están en la mente de todos.
“Si bien la pandemia ha transformado la sanidad y provocado cambios radicales en la manera de ofrecerla, también ha acelerado el ritmo de la digitalización en al menos una década. Esta transformación digital será clave a la hora de modelar el futuro de la sanidad”.
Deloitte: Digital Transformation
El nuevo panorama tecnológico en la sanidad
Puede que no percibamos el verdadero impacto del COVID-19 hasta dentro de muchos años. Sin embargo, el sector debe apoyarse en el progreso que se ha conseguido en los últimos meses y mantener la tendencia. Muchos proveedores de servicios sanitarios han demostrado que la digitalización y una infraestructura de TI adecuada pueden beneficiar a los pacientes y aliviar la presión en primera línea, pero también es importante recordar lo rápido que esta transformación ha tenido lugar.
El sector sanitario ha sido siempre famoso por su burocracia y su poca capacidad de cambio. La pandemia ha puesto de manifiesto que es capaz de un ajuste rápido cuando las circunstancias, imperativas y patentes, lo requieren. Ahora es crucial aprender de estas experiencias y adaptarlas en el nuevo panorama post-pandemia.
El legado de la pandemia probablemente serán unos nuevos paradigmas de relación basados en la colaboración y en unos niveles de confianza mayores. La actitud hacia la sanidad ha cambiado. Se han derribado fronteras que habían estado ahí durante mucho tiempo.
Deloitte: Digital Transformation
Los departamentos de TI tienen un papel clave aquí. Muchos han adquirido experiencia a la hora de implementar tecnología sanitaria, ya sea para el trabajo remoto o para escanear y compartir documentos. El reto ahora es garantizar que esto puede implementarse a una escala mayor.
Aunque los eventos han sido catastróficos, han puesto de manifiesto dos características fundamentales de los servicios sanitarios en Europa: resiliencia e innovación. Es una oportunidad emocionante en la que los responsables de TI pueden jugar un papel crucial a la hora de transformar los procesos, la colaboración y la experiencia del paciente sanitario en toda Europa.
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Fuentes:
