
Cómo limpiar una impresora de etiquetas de sobremesa para que esté siempre perfecta
Cuando compramos un aparato tecnológico, esperamos que nuestra inversión merezca la pena y que el dispositivo nos dure lo máximos posible. Por eso, hacemos una investigación previa para poder seleccionar un producto de calidad que se adapte a nuestras necesidades. Pero una vez comprado, mantener esa vida útil depende también de nosotros. Y con las impresoras de etiquetas no es distinto. Una de las tareas de mantenimiento más importantes que tendremos que asegurarnos de realizar es su limpieza, porque una limpieza correcta de la impresora nos ayudará, por ejemplo, a evitar incidencias, además de garantizar su funcionamiento y calidad de impresión por más tiempo.
Lo primero que debes tener en cuenta es que hay que tener la impresora apagada, y después, sólo tienes que levantar las pestañas de liberación para abrirla y poder acceder correctamente al compartimento del rollo, donde podrás comenzar tu limpieza a fondo. Éste es el paso a paso:
- Limpieza del rodillo: para limpiar esta zona, necesitas un paño sin pelusa, para que no deje residuos, y humedecerlo con alcohol isopropílico o etanol. Pasa el rodillo con cuidado, asegurándote de que no quede ni pelusa ni suciedad en su interior.
- Limpieza del cabezal de impresión: de nuevo requiere hacerse con un paño sin pelusa, o también podemos utilizar bastoncillos de algodón humedecidos con alcohol isopropílico o etanol. ¡Ojo! Es muy importante que no toques el cabezal con las manos para no afectar su funcionamiento.
- Limpieza de la ranura de salida: es común que la impresión de etiquetas deje residuos de adhesivo en la ranura de salida, por lo que habrá prestar atención a su limpieza también con esta parte, y así, evitar atascos. En esta ocasión utilizaremos un bastoncillo de algodón seco, sin humedecerlo y sin echarle alcohol.
- Limpieza exterior de la impresora: Son muchos los residuos que se pueden acumular en la cubierta de nuestra impresora con el uso diario. Para retirarlos, simplemente nos basta con un papel de cocina o un paño seco, que humedeceremos ligeramente sólo con agua. Asegúrate de que no utilizas ningún disolvente, benceno o alcohol, ya que estos productos podrían dañar la carcasa de la impresora.
Siguiendo estos consejos paso a paso, y, sobre todo, realizando una limpieza de forma regular, te asegurarás de que tu impresora disfrute de una larga vida. Puedes ver el paso a paso en este vídeo.