¿Necesito tóner o tambor? Aprende a diferenciarlos

 Para poder imprimir, tu equipo láser o LED se necesitan 2 consumibles: el tóner y el tambor. En el caso de equipos monocromo sólo tendremos un tóner negro y un tambor mientras que, para equipos de color, contaremos con 4 tóneres (negro, cian, magenta y amarillo) que pueden adquirirse de forma individual y, además, 4 tambores: uno para cada color. En el caso del tambor para equipos de color, los 4 tambores se comercializan juntos. Ambos componentes son consumibles esenciales para realizar la impresión, cumpliendo funciones diferenciadas y no se cambian al mismo tiempo, ya que tienen duraciones distintas.

¿Cuáles son las diferencias entre el tóner y el tambor?

• El cartucho de tóner contiene polvo, de color o negro, que coloca lo que queremos imprimir sobre el tambor mediante electricidad estática para poder realizar la impresión. Además, incluye otros componentes como el polímero, resinas y otros elementos que facilitan el proceso de fusión con el papel.
• Por otro lado, el tambor es la unidad de imagen. Una onda lumínica – ya sea láser o LED- dibuja la imagen eléctricamente y atrae el polvo de tóner para depositarlo en el papel.

Es decir, sin tóner la impresión saldría en blanco, y sin tambor no se puede depositar el tóner en el papel.

Ambos deben ser reemplazados con el uso para poder imprimir. Por ese motivo, a la hora de elegir un equipo de impresión láser hay que considerar que, según la marca, el tambor y el tóner vendrán o no juntos en el mismo consumible. En el caso de equipos Brother, deberás adquirir cada uno de forma independiente cuando se agote, con lo que se consigue hacer una gestión más eficiente de los consumibles, al tener que reemplazar únicamente el que se ha terminado.
Un detalle importante a tener en cuenta es que, por el amplio número de páginas que dura un tambor, puede parecer más conveniente el coste por copia, pero esto no debe confundirte cuando lo que quieres es un tóner. Debemos asegurarnos de qué es lo que realmente necesitamos. Y recuerda: el tambor no incluye el tóner, como hemos dicho son consumibles independientes.

Quizá tengamos dudas sobre qué consumibles nos toca reemplazar, sigue leyendo y podrás saber más.

¿Cuándo debo reemplazar el tóner o el tambor?

Para identificar el momento en el que debes reemplazar uno de los consumibles de tu equipo láser, presta atención al propio equipo de impresión, que avisa mediante mensajes o alertas luminosas sobre si el nivel de tóner es bajo o si debes reemplazarlo, o si es el tambor el que está a punto de agotarse o necesita cambiarse.

Adicionalmente, existen señales durante la impresión que pueden dar pistas del estado dl tóner. Por ejemplo, si la impresión se vuelve más pálida, será una señal de que se necesita un nuevo cartucho de tóner. O si la impresión no es uniforme y muestra rayas, también puede significar que se acerca el momento de cambiar el tóner.

A la hora de reemplazar ambos consumibles hay que tener en cuenta que el tóner va inserto dentro del tambor, así que tendremos que conservar este último si queremos colocar un tóner nuevo. Antes de cambiar ambas piezas debemos asegurarnos de la vida útil restante de cada una de ellas -la del tambor es mayor que la del tóner-, ya que podemos caer en el error de cambiar las dos sin necesidad.

Asimismo, como la vida útil del tambor es superior a la del tóner (dura más páginas impresas), no siempre que se cambia el tóner hay que cambiar el tambor. De esta manera, es más beneficioso comprarlos por separado ya que así se ahorrarán costes al adquirir solo el consumible que se necesita.

Aquí te mostramos un vídeo en el que puedes aprender cómo cambiar un tóner y donde se puede apreciar cómo es necesario separarlo del tambor:

Con todos estos datos podrás conocer un poco más tu impresora láser o LED y saber cuándo y cómo sustituir el consumible necesario en cada momento para poder disfrutar de impresiones de alta calidad. Esta información, además de ayudarte a distinguir entre tambor y tóner, te servirá para ahorrar un coste innecesario a la hora de sustituir los componentes que tu equipo necesita.