Cuáles son las causas de un etiquetado deficiente en el almacén y qué hacer para salvarlas
El sector del almacén y la logística sigue creciendo, y cada vez más rápido - el boom del comercio electrónico, las demandas del usuario final por el ‘ahora mismo’, el aumento del volumen del transporte internacional-… las empresas que trabajan en este entorno no tienen, literalmente, tiempo que perder. Sin embargo, hay muchas cosas que pueden ralentizar su buena marcha. El etiquetado es una de ellas: si funciona correctamente es un poderoso aliado de la eficiencia, pero si no puede hacerles perder preciosos minutos además de dinero.
Estos errores en el etiquetado pueden llegar a ser relativamente frecuentes. Según una encuesta realizada por Brother a gerentes de operaciones y almacén, casi la mitad de los entrevistados (el 49%) reporta haber tenido entre 11 y 40 incidentes de impresión en seis meses lo que significa, para empezar, una pérdida de tiempo en la detección del error, en su subsanación, y por el retraso que provoca en otras tareas.
El coste económico tampoco es baladí, desde la productividad perdida hasta los materiales y reparaciones correspondientes para subsanarlo. Y por último y más importante: puede resultar en una pérdida de confianza del cliente, que no ha recibido su envío a tiempo y puede que reclame o no vuelva a elegirnos. Veamos en detalle cuáles son las principales causas de un etiquetado deficiente en el almacén:
1. Texto o códigos de barras ilegibles: Cuando el activo que contiene la información de destino o el contenido del envío –la etiqueta- no puede leerse, ese producto puede quedar varado en un camión o, en el mejor de los casos, ser devuelto a su punto de procedencia. Tres cuartas partes de los encuestados (el 76%) han sufrido rechazos de envíos a causa de códigos de barras ilegibles y han tenido que renviar los productos, perdiendo tiempo, reputación, aumentando costes, y tal vez sufriendo incluso penalizaciones financieras.
2. Calidad de las etiquetas: En ocasiones, esa mala legibilidad está causada por una etiqueta defectuosa, de mala calidad o poco apropiada para la superficie sobre la que se coloca- por ejemplo, en ultracongeladores donde es necesario usar soportes con adhesivo específico para ese fin- o por un adhesivo inadecuado, que puede provocar que se despegue por la fricción o el manipulado.
3. Impresión defectuosa: Cuando no se utilizan equipos de impresión con la calidad necesaria, o no se configuran correctamente, puede que el diseño de la etiqueta (plantilla) no se adecue al soporte, lo que sucede en un 37% de los casos. Esto puede reflejarse en un texto que resulta borroso o hasta ilegible, cortes del texto, líneas que dificultan la lectura, etc.
4. Interrupción del servicio o caídas del equipo: Según algunos estudios, las interrupciones en los procesos provocadas por eventos como caídas del equipo resultan en unos 23 minutos de media de pérdida de productividad del personal (con el consiguiente coste asociado). En este sentido, el 39% de los encuestados por Brother ha sufrido este tipo de interrupciones de al menos un par de horas, y el 10% de días o incluso semanas.
5. Fallos en el dispositivo de impresión: Ya sea por averías del propio equipo o por errores humanos a la hora de reemplazar los rollos de ribbon o de etiquetas, muchas veces fallos como la desalineación o atascos por mala colocación son los culpables de los retrasos en el proceso de etiquetado y de envío. Según datos de la empresa de investigación de mercados Savanta suelen darse fallos en la maquinaria de impresión cada 10k-20k etiquetas impresas.
Con este panorama, está claro que para las empresas de almacén y logística la necesidad de una impresión de etiquetas de calidad para que todo salga bien (a la primera) es más importante que nunca. Un partner de impresión fiable y experto, como Brother, puede marcar la diferencia entre perder tiempo…, o ganar clientes.
Si quieres conocer más sobre la aproximación de Brother al sector del transporte y la logística como experto en etiquetado, consulta este enlace.
