Cómo proteger la selva reciclando consumibles
La Amazonía, las selvas del Congo, de Costa Rica, de Hawái, de Indonesia, de Australia, de Belice o de Japón… El 30,7% de la superficie terrestre, equivalente a 4.000 millones de hectáreas, es selva tropical, según la FAO.
Imprescindibles para el correcto funcionamiento de la biodiversidad y de los ecosistemas, estos vastos territorios naturales, que rivalizan en valor ecológico y belleza, funcionan como auténticos pulmones, absorbiendo el CO2 de la atmósfera y generando oxígeno para disminuir el ritmo del calentamiento global. Además, sus árboles de hoja perenne dan cobijo a millones de especies – plantas, animales y organismo – sin los cuales el ciclo de la vida se vería seriamente perjudicado.
Pero no solo eso, los bosques tropicales también desempeñan una función crítica en la reducción de la erosión y en la normalización el ciclo del agua, al contribuir a la formación de nubes que se transforman en lluvia e intervienen en la estabilización del clima. Más allá de todo esto, las grandes superficies arboladas de nuestro planeta actúan como una fuente inagotable de recursos alimenticios, medicinales o de recreo.
Por todo ello, es importante proteger las selvas. Por ejemplo, talar un bosque es sinónimo de poner a muchas especies al borde de la extinción, e implica liberar una cantidad de carbono que va en perjuicio del clima. Con los niveles de CO2 más altos hoy en día que en cualquier otro momento – al menos en los últimos 800.000 años1 – la pérdida de una selva tropical supone un estado de emergencia mundial.
En este sentido, el reciclaje de consumibles de impresión supone una gran iniciativa para proteger esas selvas que están en peligro de deforestación porque, entre otros motivos, la población local infringe las leyes para apoderarse de los árboles que se vendían con el fin de comprar medicinas, combustible o alimentos. Y es que por cada ocho cartuchos de tinta o cuatro cartuchos de tóner reciclados se está protegiendo un árbol de las selvas de, por ejemplo, Perú o Papúa Nueva Guinea, en cuyas aldeas la comunidad local depende de la selva tropical, y la selva tropical depende de ellos. De hecho, procesos de remanufacturación de consumibles que están reduciendo las emisiones de CO2 hasta en un 37% de media, en comparación con un cartucho de nueva fabricación2.
Todos podemos contribuir a conseguir un mundo mejor, incluso con algo tan sencillo como con el reciclaje de nuestros cartuchos de tinta o tóner. No cuesta nada y estaremos contribuyendo a salvar millones de hectáreas de selva tropical y, por tanto, millones de vidas.
