Entrevista con el CIO: resiliencia informática y por qué es necesario un plan

Basil Fuchs, CIO de Brother International Europe, se inclinó por la informática tras aprender a programar de niño en los años ochenta.

En la actualidad es responsable de TI en Europa y supervisa la innovación digital y basada en datos desde la sede europea de la empresa en Manchester.

Hemos hablado con Basil para que nos explique por qué la planificación de la resiliencia informática es esencial para 2023.

¿Qué te inspiró para trabajar en el sector de las TI?

De pequeño tenía acceso a un Commodore 64, y yo era ese niño que programaba juegos en los recreos del colegio. Así que desde muy pequeño me sentí atraído por el ordenador y más tarde descubrí el lado empresarial de las TI. Antes de incorporarme a Brother trabajé en el departamento de informática del ejército suizo, una época muy interesante.

¿Cuánto tiempo llevas trabajando en Brother y en qué puestos? 

Empecé como director de TI de Brother en Suiza, donde desempeñé varias funciones a nivel europeo antes de trasladarme a Manchester en 2011. En concreto, pasé a Brother Europa como director de portfolio, y en la actualidad soy CIO para Europa.

¿Por qué es tan importante la resiliencia informática? 

La resiliencia informática es la capacidad de mantener la infraestructura, los sistemas y las aplicaciones informáticas esenciales en funcionamiento, a pesar de las catástrofes y las interrupciones. Es importante porque protege los datos y reduce el riesgo de tiempos de inactividad y posibles pérdidas de esos mismos datos.

¿Quién es responsable de la resiliencia informática y cómo se relaciona con la empresarial? 

Entendemos la resiliencia informática como gestión de riesgos y gestión de la información. Como profesionales de TI estamos estrechamente alineados con la gestión de riesgos corporativos y la continuidad del negocio, puesto que facilitamos muchos procesos.

Tanto las empresas de servicios externalizados como los de TI somos especialistas en ello, y nuestra tarea como informáticos internos es orquestar la capacidad de recuperación. Esto significa planificar entre todos los participantes y asegurarnos de que todos están alineados y al mismo nivel.

Mantener la resiliencia de las TI es una responsabilidad compartida entre la dirección, los empleados y los socios. En última instancia, todos tienen un papel que desempeñar para que la organización sea más resistente a las interrupciones. Por ejemplo, es vital crear una plantilla resiliente, que sea consciente de los riesgos informáticos y pueda formar parte de la solución a través de la formación continua y el apoyo empresarial.

¿Qué tipo de medidas había adoptado Brother antes de COVID-19?

No habíamos previsto una pandemia mundial ni un cierre temporal, pero pudimos hacer la transición al trabajo a distancia gracias a los planes de resiliencia informática. 

La pandemia fue una situación única, así que la comparación más cercana son los ejercicios de simulación que hacemos cada año. En ellos, el equipo directivo representa determinados escenarios que podrían darse, o que se han dado en otras empresas, para poner a prueba nuestra respuesta. Así aprendemos lo que la organización podría hacer mejor si se produjera esa situación en la realidad.

¿Cómo respondió Brother a la pandemia de COVID-19?

Pasamos rápidamente al trabajo a distancia y pudimos hacerlo con confianza gracias a las herramientas y plataformas online que habíamos puesto en marcha. Hubo un periodo de transición en el que tuvimos trabajo híbrido y fue necesario cierto acceso a las instalaciones físicas para los sistemas que aún no funcionaban en la nube.

Además, lo que pensábamos que serían grandes problemas, como el acceso a los sistemas informáticos, no fueron necesariamente los mayores retos. Se trataba más bien de la seguridad y las circunstancias personales de nuestros empleados. Había que asegurarse de que tuvieran una webcam o una silla de oficina en casa si aún no la tenían.

¿Qué has aprendido sobre la capacidad de resiliencia de las TI desde un punto de vista de negocio?

Es una evolución natural. Cada año llevamos a cabo una recuperación ante desastres, comprobamos que las copias de seguridad funcionan y que los sistemas pueden reiniciarse o trasladarse a otro lugar en caso de que se produzca un desastre mayor. Los planteamientos más modernos incluyen aumentar esa revisión periódica, con escenarios más planificados, para no sólo reaccionar ante algo, sino estudiar cómo podríamos mejorar nuestros sistemas de forma proactiva.

La pandemia también ha influido en nuestra forma de crear nuevos productos y servicios. Por ejemplo, hemos mejorado los Servicios Gestionados de Impresión de Brother para ayudar mejor a los clientes a aumentar su resiliencia informática y su productividad, y a reducir costes en el nuevo mundo laboral híbrido.

¿Cómo ha influido en tu aproximación de la resiliencia TI de cara al futuro?

No podemos preverlo todo; esa es una gran lección. Es importante tener flexibilidad y un equipo capacitado para actuar por su cuenta y con rapidez, dentro de los límites que establezcamos. También es importante poder recurrir más a nuestros socios y los servicios gestionados, como la impresión gestionada, para descargar de trabajo a los profesionales informáticos.

¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan hoy los responsables de TI? 

Hoy en día, el panorama informático es mucho más complejo. Antes todo estaba en el centro de datos, y eso es lo que protegíamos. Ahora tenemos la informática desde casa, en la carretera y en la nube. Por eso es importante establecer una buena gobernanza y unas directrices fáciles de entender que ayuden a gestionar la información con confianza.

¿Qué tres cosas dirías que se deben priorizar para garantizar la resiliencia informática?

Hay muchos factores que pueden contribuir a la resiliencia informática. Yo diría que hay que dar prioridad a tres aspectos:

• Seguridad: la resiliencia informática depende de la protección de la información y los sistemas frente a accesos no autorizados, infracciones y robos. Para ello hay que invertir en procesos y tecnologías, como la encriptación, autenticación, cortafuegos y software antivirus. Además, es esencial formar a los empleados en las mejores prácticas de ciberseguridad, como utilizar contraseñas seguras y evitar los correos electrónicos de phishing.
• Flexibilidad: la resiliencia depende de la capacidad de adaptarse a las necesidades y circunstancias cambiantes. Para ello es necesario utilizar tecnologías que permitan cargas de trabajo móviles. También requiere diseñar un entorno informático resiliente; uno que pueda gestionar las interrupciones o los impactos en el rendimiento y restablecer la disponibilidad rápidamente. Aconsejo poner a prueba la preparación con pruebas periódicas de recuperación en caso de catástrofe y una planificación basada en los riesgos.
• Colaboración: disponer de una sólida red de personas de confianza dentro y fuera de la organización es fundamental para garantizar una organización de TI resistente. Para ello se necesitan procesos que faciliten la comunicación y la coordinación entre los distintos equipos y partes interesadas. También requiere establecer confianza, responsabilidad y transparencia entre líderes y empleados. Hay que asegurarse de que los planes de continuidad de negocio están alineados con las tácticas de resiliencia de las Tecnologías de la Información.

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