Pasaporte fitosanitario: llega el etiquetado europeo para el control de plagas
Según publicaba el BOE el pasado 14 de diciembre siguiendo el Reglamento Europeo 2016/2031 relativo a sanidad vegetal, todos los vegetales destinados a la plantación, salvo las semillas, que circulen por territorio de la Unión Europea deberán portar una etiqueta identificativa en la que conste su nombre botánico, su país de origen y su trazabilidad a partir de 2023.
Será el pasaporte fitosanitario: una especie de salvoconducto destinado a facilitar la libre circulación de vegetales y plantas dentro de la UE, acreditando que han sido producidos, controlados y comercializados bajo visado fitosanitario y que, por tanto, están libres de plagas y enfermedades.
En el impasse, los productores, distribuidores y comercializadores (viveros) de estos productos podrán continuar usando los formatos actuales de etiquetado, pero deberán ir integrando en sus estructuras las herramientas tecnológicas precisas para dar cumplimiento a la norma de sanidad vegetal, de obligado cumplimiento dentro de 3 años.
¿Qué plantas deberán llevar el pasaporte?
La obligatoriedad de incorporar el etiquetado fitosanitario aplica a todos los vegetales destinados a la plantación, salvo a las semillas. También deberán someterse a inspección fitosanitaria en su lugar de origen, aquellos vegetales, productos vegetales y otros objetos que puedan ser portadores de organismos nocivos, u otros para los cuales la UE haya establecido medidas contra plagas cuarentenarias y otras no incluidas en la lista de ese tipo de plagas. En paralelo, deberán etiquetarse aquellos vegetales sujetos a requisitos particulares, o equivalentes, por ser importados de terceros países. Y finalmente, las semillas de especies susceptibles de propagar plagas reguladas no cuarentenarias (RNQPs), incluidas, hasta el momento, en los Reglamentos Técnicos de Control y Certificación de Semillas.
Quedarían eximidos de esta medida de sanitad vegetal los productos que se suministran directamente al usuario final desde floristerías, retail o hipermercados, salvo en aquellos casos en los que la operación se realice a distancia o su destino sea considerado protegido por los organismos comunitarios o nacionales competentes.
¿Qué información debe contener la etiqueta y cómo será?
La etiqueta fitosanitaria europea debe contener:
- La bandera de la UE, en blanco y negro o color.
- Las palabras Plant Passport (en inglés).
- El nombre botánico de la planta.
- El número de registro del productor o comercializador.
- El código de país de origen.
- Y, si procede, el código de trazabilidad del vegetal.
La etiqueta identificativa de plantas se colocará en la unidad comercial (lote o subconjunto de éste) de los vegetales y no únicamente en los albaranes. Deben ser fácilmente visibles y distinguibles. Si las plantas se transportasen en un embalaje, paquete o envase, el pasaporte fitosanitario se colocará en ellos.
Formato cuadrado o rectangular y muy resistente
Dado que estará sometida habitualmente a condiciones climáticas variables, la etiqueta, que puede ser en color o en negro, debe tener un alto grado de resistencia. En lo que respecta a su tamaño y forma, deberá tener el mismo ancho que el soporte de identificación e ir inserta dentro de un rectángulo o cuadrado. Sin embargo, se permite cierta flexibilidad en cuanto a la dimensión de los elementos de los pasaportes, el tipo de letra o la línea de contorno.
Productores, distribuidores y comercializadores de plantas deberían empezar a identificar y etiquetar sus plantas de modo progresivo para llegar a 2023 con los deberes hechos. En este periodo deberán dotarse de herramientas para facilitar el cumplimiento de la normativa de un modo sencillo, como la incorporación de una rotuladora electrónica.
Así de fácil, con las herramientas tecnológicas adecuadas, los productores, distribuidores y comercializadores de vegetales y plantas estarán completamente seguros de que sus productos cumplen todos los requisitos exigidos para evitar la extensión de plagas o enfermedades.
