Por qué es importante conocer la trazabilidad de los alimentos
Cualquier negocio que produzca, elabore o sirva productos alimentarios, tales como restaurantes, hoteles o bufés, tiene la obligación de minimizar riesgos para velar por la salud de los consumidores. Especialmente en una situación de pandemia como la actual, en la que se debe ser aún más estrictos con las medidas higiénicas.
Una vía fundamental para conseguir reducir estos riesgos es mediante la trazabilidad alimentaria. En este caso, la trazabilidad es el rastreo de los alimentos a lo largo de todas las etapas de producción, procesamiento y distribución. De esta manera, es posible ubicar cualquier fase de la cadena de suministro de un producto para detectar y resolver incidencias en el momento que se producen.
El objetivo de la trazabilidad alimentaria es conocer el camino que realiza un alimento desde su producción hasta su llegada a los consumidores.
ebido al papel esencial que tiene la trazabilidad a la hora de mantener la inocuidad de los alimentos, se requiere que las empresas que trabajan con productos alimentarios tengan sistemas sólidos y bien integrados para garantizar controles efectivos. Así se estará preparado para dar una respuesta rápida en el caso de que surja un incidente.
Cómo garantizar una identificación correcta de los alimentos en las cocinas
En el caso de los restaurantes, hoteles o bufés, una vez los alimentos llegan a sus cocinas, los manipuladores tienen la obligación de identificar los alimentos frescos a medida que los reciben, además de la fecha del momento en el que se descongelan. En este momento es necesario calcular por cuánto tiempo se mantendrán en las condiciones óptimas para el consumo y dejarlo registrado en una etiqueta para asegurar que se preparen y cocinen dentro del tiempo asignado.
La etiqueta que se coloca en los alimentos dentro de una cocina debe incluir información clave como la ya citada fecha de caducidad primaria del ingrediente, la fecha de caducidad secundaria pero también un número de lote, nombre o descripción del producto y el nombre del preparador.
Por ejemplo, en un restaurante que compra las salsas a un proveedor, este producto debe venir correctamente etiquetado con la información clave como el nombre del distribuidor, lote (donde se incluye la información de origen), fecha de fabricación o fecha de caducidad, principalmente. Una vez el restaurante necesite abrir este producto para su cocinado, tiene la obligación de etiquetar de nuevo el producto con la información de la fecha de apertura y la fecha de caducidad secundaria una vez abierto.
Este procedimiento hay que hacerlo de una manera segura y legible, ya que cualquier error puede suponer una fisura en la calidad del producto. Un etiquetado incorrecto puede suponer un gran riesgo para la salud del consumidor y podría conllevar el cierre del negocio.
Por ese motivo, en lugar de optar por un etiquetado a mano, que puede ocasionar errores de cálculo o de interpretación de la información manuscrita, se recomienda la implementación de un sistema de etiquetado que garantice la seguridad del procedimiento y que calcule de forma automática las fechas de caducidad.
Para implantar un sistema eficaz que ayude a mejorar la trazabilidad de los alimentos mediante la identificación solo se necesitan tres cosas: una impresora de etiquetas autónoma, el rollo de etiquetas adecuado para registrar los datos referentes a cada alimento y la base de datos que recoja la información. Este sistema tiene múltiples ventajas para los negocios: es económico, versátil, mejora la productividad y evita errores.
El correcto etiquetado en cocinas, restaurantes o bufés ayuda a los negocios a velar por la seguridad y minimizar los riesgos para la salud pública. Implantar un procedimiento de etiquetado eficiente y automatizado ayudará a un mejor desempeño de los empleados, se evitarán errores manuales e incrementará la productividad y seguridad.
