Necesitas un escáner portátil y lo sabes

Los escáneres portátiles son una solución especialmente pensada para personas que van de un lado para otro. Ofrecen rapidez, precisión y calidad en todos los trabajos que realizan. ¿Se puede pedir algo más? Claro que sí, siempre se puede pedir más…

Imagínate que cierras un pedido o un contrato, lo firmas y… ¿Y qué? ¿Vas a esperar hasta llegar a la oficina o a tu propia casa para archivarlo o enviarlo a quien sea necesario? ¿Verdad que sería más sencillo hacerlo al instante, en el mismo lugar donde has concluido la negociación? ¿Y la imagen que estás dando frente al cliente sobre la rapidez y eficiencia?

Situaciones como ésa se solventan con facilidad si dispones de un escáner portátil. Porque te permite escanear cualquier documento ―ya sea un contrato, un albarán, un recibo, etc.―, estés donde estés, sin importar el lugar y el momento. Una solución que se ajusta a tu manera de trabajar y que no te obliga a detenerte para realizar tal o cual gestión documental, ya que estamos hablando de dispositivos ligeros y de pequeño tamaño y que puedes llevar contigo en cualquier maletín o funda de ordenador portátil.

Pero, ¿por qué no usarlo también en casa? ¿No te has parado a pensar en lo beneficioso que sería contar con un elemento tan móvil como este? Podrías escanear las facturas del gas, del teléfono, los recibos de la comunidad… sin necesidad de levantarte del sofá, por ejemplo, mientras ves la televisión. Así de fácil y sencillo.

¿Cuáles son los valores añadidos de un escáner portátil?, te estarás preguntando. Para empezar no precisa cable de alimentación para funcionar, ya que toma la energía a través del cable USB con el que lo conectas a tu portátil ―resultado: un cable menos que tienes que llevar encima―; puedes optar por soluciones en color, que también escaneen a doble cara y con alta velocidad; que incorporen tarjeta de red WiFI y que asimismo te ofrezcan la posibilidad de escanear documentos a la nube. Y así, todas las posibilidades que te puedas imaginar.

Cierras el contrato, te quedas un momento en el lugar de la firma, decides sacar tu escáner portátil, lo conectas al ordenador y ¡ya está!